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El proceso de adaptación del entorno familiar al entorno preescolar

Es lógico que para un niño o niña sea difícil adaptarse a las condiciones y requisitos de un nuevo ambiente extrafamiliar, hasta ahora desconocido para ellos. En Loreka Haur Eskola somos muy conscientes de que existen factores influyentes para que puedan asumir ese cambio, aprendan a relacionarse con los demás niños y sobre todo se sientan seguros en este nuevo entorno.

Uno de los principales problemas de la adaptación infantil a la educación preescolar, es la falta de metodologías emocionales en los centros educativos. En este periodo de adaptación, debemos tomar consciencia de que el niño está realizando un cambio muy importante en su vida y, para evitar frustraciones, malestar e inseguridad, debe percibir la escuela, desde el principio, como un lugar seguro.

Entre los factores más importantes para hacer efectivo este proceso de adaptación preescolar, están los sentimiento de afecto y confianza. Si el niño percibe estos valores por parte de los educadores se sentirá más seguro, y será más probable que mejore su capacidad de relacionarse, su expresividad, su concentración y en definitiva su seguridad y su autoestima.

Para estar seguros tienen que tener un vínculo afectivo con el adulto con el que se van a quedar y se necesita un tiempo para poder construir ese vínculo. Es muy importante contar con los padres en el recorrido en el cual el niño va adquiriendo esta confianza, esta base. Por esto nos gusta llamar período de vinculación a lo que conocemos como período de adaptación.

En este contexto, los educadores de Loreka Haur Eskola estudiamos cada caso, observamos la personalidad de cada niño para saber dónde están sus verdaderas necesidades y adaptarnos a ellas para que se sientan seguros y perciban la escuela como una extensión de su propio hogar.

Por esa misma razón, otro de los factores clave en la adaptación de un niño al entorno preescolar, es la relación de la escuela infantil con las familias. Para que los niños se sientan seguros, la familia también debe sentirse segura y para ello es necesario un tiempo para compartir, para crear un vínculo entre familia y escuela.

En Loreka Haur Eskola lo tenemos muy claro, si los padres participan en las actividades con sus hijos dentro del entorno escolar, los niños verán ese entorno como un lugar seguro y familiar.

Dentro de nuestras aportaciones a este cambio, están las salidas y entradas informales de los padres, es decir, pueden entrar en las clases e interactuar con los educadores y con sus hijos o participar en talleres que organizamos para las familias.

Los niños perciben al lado de sus padres una seguridad mayor, y en consecuencia el ver la relación e interacción con los educadores les da la suficiente confianza para tener autonomía cuando ellos no están.

Si no hay interacción ni relación con las familias, es más probable que el niño o niña se sienta vulnerable e inseguro en su nuevo entorno. Por eso para Loreka Haur Eskola, construir con los padres una relación transparente y cercana, facilita la adaptación de los niños y niñas al nuevo entorno escolar infantil.

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