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Reggio Emilia: una pequeña ciudad con grandes ideas

Reggio Emilia es una pequeña ciudad de menos de 200.000 habitantes, situada al norte de Italia. Pero no es famosa por su gastronomía, su arquitectura o su historia, en los últimos años, el nombre de esta ciudad italiana se ha convertido en un estándar de oro para la educación infantil de calidad y una de las mejores propuestas educativas para primera infancia.
 
El modelo Reggio Emilia representa un símbolo de calidad en la educación de la primera infancia, un modelo centrado en el potencial de niños y educadores para aprender juntos y, en el derecho y deber de las familias a participar de la educación.
 
Los orígenes del modelo Reggio Emilia se remontan hasta el final de la Segunda Guerra Mundial, cuando un gran grupo de padres que trabajaban en el municipio, solicitaron a la ciudad que los ayudara a construir nuevas escuelas para sus hijos pequeños.
 
Deseando algo más que el cuidado tradicional de custodia, estos mentores, declararon su deseo de construir escuelas donde los niños fuesen tomados en serio y donde los más pequeños pudieran adquirir habilidades y valores como la colaboración o el pensamiento crítico, tan necesarios entonces para construir una sociedad futura libre y democrática.
 
En 1963, la ciudad de Reggio Emilia abrió el primer centro preescolar municipal, un centro educativo líder en el sistema nacional de servicios para la primera infancia en Italia. En la siguiente década los Reggiani (ciudadanos de Reggio Emilia) se marcaron un objetivo muy firme, crear un entorno nunca antes imaginado para los niños, diseñando un nuevo tipo de escuela para un nuevo tipo de futuro.
 
Hoy en día, la ciudad de Reggio Emilia tiene más de treinta escuelas preprimarias y centros para bebés y niños pequeños. No es sorprendente que una de sus escuelas haya sido seleccionada como “la mejor del mundo”.
 
El éxito del modelo Reggio Emilia parte de cinco conceptos fundamentales:

- La documentación pedagógica, el concepto de educadores como aprendices, que permite entender mejor a los niños, pero sobre todo hacer de guía en su proceso de aprendizaje.

- La pedagogía colaborativa, con la participación de padres, educadores y por supuesto de los niños.

- El conocimiento a través de la práctica, como un modelo de éxito en el aprendizaje basado en la motivación y la total comprensión.

- El entorno físico como un nicho de desarrollo cognitivo, considerado como "un tercer maestro” a quien los niños respetan.

- El niño como protagonista, los niños son fuertes y ricos, tienen potencial, curiosidad y capacidad para establecer relaciones y construir su aprendizaje.
 
En Loreka Haur Eskola, tenemos muy presente que estos principios fundamentales son la base para construir un excelente adulto futuro, y basamos nuestro modelo educativo en Reggio Emilia ofreciendo una propuesta educativa de calidad para la primera infancia. Por eso nuestros educadores observan y documentan lo que pasa en el día a día, para entender mejor a los niños, para evaluar su propio trabajo, para compartirlo con los demás y para hacer partícipes a los padres.

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